martes, 29 de enero de 2013

Aguas turbias amenazan dos estados



De acuerdo con a la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, la situación del Lago de Valencia es el problema ambiental más grave de Latinoamérica, puesto que afecta la seguridad de más de un millón de venezolanos y, al mismo tiempo, acarrea consecuencias tanto en el ámbito sanitario, como en el económico y social. En la búsqueda de una solución al problema, varios entes han planteado diversas alternativas, sin embargo, será la del sector oficial la que se llevará a cabo. 

Daniela Materán, María Eugenia Domínguez y Vanessa Rayo

La contaminación de las aguas del Lago de Valencia y el reciente desbordamiento de estas han causado graves complicaciones para los habitantes de las áreas aledañas a las aguas del lago. Así pues, en el estado Aragua han resultado afectados los pobladores de los municipios Libertador, Zamora, Francisco Linares Alcántara y Girardot; mientras que en Carabobo quienes sufren las consecuencias son los residentes de las comunidades Diego Ibarra, San Joaquín, Guacara, Los Guayos y Carlos Arvelo. De acuerdo con el Censo 2011 del Instituto Nacional de Estadística (INE), la población total de los municipios mencionados es de aproximadamente 1 millón 500 mil personas.

El problema y sus repercusiones

El presidente de la Asociación Venezolana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental (Avisa), Rafael Dautant, aseguró que el desastre ecológico del Lago de Valencia y el embalse Pao Cachinche representa la problemática ambiental más importante del mundo, basando su argumento en la jerarquización realizada por la Asociación Interamericana de Ingeniería Sanitaria y Ambiental, de la cual forma parte Avisa. Dautant añadió que al estudiar las circunstancias en las que se encuentra el lago y compararlas con otros problemas ambientales ocurridos en Europa y Asia, se evidenció que ninguno poseía la complejidad de dicho caso, puesto que este tiene repercusiones en la salud pública, la economía, el ambiente y la sociedad. 

Entre las principales problemáticas se encuentran las inundaciones ocurridas en los sectores La Punta, Mata Redonda y Palma Real, pertenecientes al estado Aragua, las cuales fueron ocasionadas por el desbordamiento de las aguas del Lago de Valencia. Esto causó el desalojo y la reubicación de al menos 638 familias que habitaban en estas zonas.



De igual manera, en el estado Carabobo se registraron inundaciones, las cuales han provocado que gran parte de los postes con el tendido eléctrico que lleva el suministro de energía a la población de Güigüe, ubicados a un lado de la Carretera Tipo A Güigüe-Valencia, se encuentren sumergidos, por lo que puede ocurrir un colapso de estas estructuras y ocasionar que este sector se quede sin electricidad, así lo afirmó el presidente del Concejo Municipal de la zona, Julio González. Por su parte, la diputada de la Asamblea Nacional Vestalia Sampedro señaló que esta situación podría dejar incomunicadas a poblaciones enteras, debido a que las aguas han provocado “la anegación y socavamiento” de la vialidad mencionada. 


Asimismo, la crecida del lago ha provocado que cientos de parceleros que trabajaban en las tierras del sector La Chayota perdieran sus cosechas. De acuerdo con el vocero del Concejo Comunal de la localidad, Ramón Angulo, han desaparecido las siembras de limón, naranja, aguacate, plátano, cambur y otras plantaciones. La extensión de terrenos de cultivo que se encuentran sumergidos es de aproximadamente 500 metros. Todo esto puede traer como consecuencia la escasez de ciertos alimentos en los anaqueles. 

Otro de los problemas que ocasiona esta situación lo constituye el decaimiento del viaducto La Cabrera, el cual forma parte de la Autopista Regional del Centro. Allí, las aguas han cubierto un total de once de los pilotes que sostienen dicha estructura. A finales del mes de diciembre, se iniciaron los trabajos para rehabilitar este tramo de la carretera, debido a que la inundación puede provocar que el occidente del país y el centro queden incomunicados ante un posible colapso de la vía. 

En materia de salud, la contaminación de las aguas del lago ha provocado la proliferación de enfermedades dermatológicas, gastrointestinales y cardiológicas. La mayoría de los habitantes de las zonas cercanas al lago han tenido que enfrentar el dengue, la conjuntivitis, la urticaria, la micosis, entre otras. 

Desacertadas políticas públicas 


El problema del Lago de Valencia se originó por diversas causas. La primera de estas se produjo en el año 2009, cuando el Gobierno Nacional confiscó 25 mil hectáreas de cultivos de caña de azúcar y cambur. Estos sembradíos eran necesarios para estabilizar el nivel del lago, debido a que los sistemas de riego permitían sacar del mismo hasta 9 mil litros por segundo por cada 10 mil hectáreas. Con la desaparición de estos cultivos, se dejó de extraer la cantidad de agua mencionada anteriormente, por lo que los niveles freáticos del lago aumentaron, lo que contribuyó al desbordamiento de este en la zonas del estado Aragua que le son aledañas. 

La segunda causa de la problemática en el lago consiste en la desviación que se realizó de las aguas del río Cabriales al Lago de Valencia por decisión del Gobierno Nacional en el año 2005, con la finalidad de aumentar el volumen de agua que se envía desde la cuenca hasta el embalse Pao-Cachinche, para cumplir con los niveles de agua requeridos a fin de satisfacer las necesidades de la población de los estados Aragua, Carabobo y Cojedes. Esta desviación del río afectó principalmente a los habitantes de las zonas de Carabobo que se encuentran en las orillas del lago. 

Cabe destacar que las aguas del río Cabriales están contaminadas debido a que todos los desagües de la ciudad de Valencia desembocan en él. Esto significa que las tres áreas hidrográficas mencionadas se encuentran igualmente infectadas. 

El problema reside en que el embalse Pao-Cachinche es el que surte el recurso hídrico a los estados centro-occidentales señalados previamente, por lo que pone en riesgo la salud de los habitantes de estas zonas del país. 

El tercer y último factor detonante de esta situación es la falta de servicios de saneamiento de las aguas del lago. En este sentido, la ingeniera química-ambiental, Jaqueline Rodríguez, justificó dicha falta argumentando que en el lago ocurre la proliferación de bora, por lo que a las plantas potabilizadoras se les dificulta manejar sus aguas. 

No obstante, existen otros mecanismos que podrían emplearse para sanear el Lago de Valencia y así evitar en un futuro los fuertes riesgos sanitarios a los que está expuesta la población que habita en las zonas aledañas a él. 

Solución en proceso


Por una parte, el gobierno venezolano presentó la iniciativa de trasvasar el agua del Lago de Valencia hacia el embalse Pao Cachinche a través de un viaducto. Este traspaso, según las fuentes oficiales, se realizará con el saneamiento o tratamiento adecuado de las aguas, con la finalidad de que esto no empeore los problemas ambientales.

En el mes de octubre de 2012, el ministro de Petróleo y Minería, Rafael Ramírez, anunció el inicio de las actividades para solventar el problema del lago. Señaló que el proceso tomará aproximadamente tres años y medio y tendrá un costo de 580 millones de dólares. 

Debido al tiempo que implica llevar a cabo esta propuesta, el Gobierno anunció que el muro de contención que protege a las urbanizaciones La Punta y Mata Redonda será elevado y se le dará mayor resistencia para contrarrestar el oleaje que se produce en el lago.

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