Es la generación más joven de los directores cinematográficos del país

Marcel Rasquin el Maestro de Hermano

Con la Guerra de las Galaxias entendió y valoró el poder que conlleva el cine cuando las historias logran atrapar a más de un espectador   

Marcel Rasquien | Foto cortesía de 6to Poder

Rebeca Navarro

Marcel Rasquin es hijo de Gladys Michelena y Carlos Rasquin, su madre es psicoanalista y su padre es médico. Le encanta el café, toca la batería y le gusta hablar de Caracas y el Ávila. Grabó cortos como Happy Endings, RING, Easier Riders, Llévate Todo, Fri Jan.

Pertenece a la nueva generación de directores de cine venezolano que hace tres años revolucionó las salas de cine con la película Hermano, una historia que se desarrolla en un entorno de violencia en los barrios venezolanos agregándole como tema central el fútbol  Esta película fue ganadora en Festival de Cine Internacional en Moscú, además fue preseleccionada para el Oscar como Mejor Película de Lengua Extranjera en el 2010.

En una entrevista Rasquin cuenta que él conoció el mundo del cine cuando su padre llegó un día con un proyector de 8 milímetros y la película que  le llevó fue la Guerra de las Galaxia, a partir de ese momento empezó a valorar el poder del cine para atrapar y enganchar a las personas con las grandes historias.

Empezó desde muy joven a grabar cosas mientras jugaba fútbol frente a su casa y es por eso que en el año 1999 decide aplicar para la Universidad Católica Andrés Bello en Comunicación Social, a pesar de querer estudiar Medicina como su papá. Una vez que ingresó a la UCAB se dio cuenta de lo mucho que le gustaba el mundo audiovisual y de las cosas que podía seguir aprendiendo una vez terminado la carrera.

Y llegó Australia

Se fue a estudiar a Australia gracias a una beca de Funda Ayacucho y cursó una maestría de cine en el Victorian College of the Arts. Para conectarse con lo venezolano le tocó hablar de Caracas, del Ávila, el beisbol, la Vinotinto y el Miss Venezuela, mientras que se respiraba en el país tensión y los problemas económicos que trajo el paro petrolero.

En esos momentos fue que él pensó toda la historia de Hermano porque mostrar la realidad de un país con la pasión del deporte y que mejor manera que tomar el fútbol y el furor que los venezolanos tienen por la selección nacional.

Hora de grabar la Opera Prima

Cuando termina los estudios en Australia se regresa a Venezuela para desarrollar la idea de la película que muy pronto se convertiría en una de las películas venezolanas más taquilleras del momento, este trabajo lo montó junto a Rohan Jones, un compañero de estudios de Australia.

En una entrevista tomada de http://cinelibvenelib.blogspot.com Rasquin habla de los puntos medios de su ópera prima. "Hermano es una película de corte deportivo pero no es Disney; aborda la violencia a la que estamos expuestos, pero no es violenta, el motor dramático no es la violencia. Creo que la película tiene un mensaje de redención", comenta.

Además agrega que la película no es fácil y es difícil de digerir: "se queda en tí y la vuelves a pensar, es como un mazo en la cabeza... Es una historia potente que me da la posibilidad de predicar sin ser moralista".

Para Marcel Rasquin la situación del cine venezolano es similar a la de la vinotinto: "Se hacen cada vez más y mejores películas, pronto iremos al Mundial. Creo que Hermano abona ese camino. Obviamente, hay industrias como la argentina, la brasileña -y ahora la peruana-, que nos llevan una morena, pero Venezuela tiene potencial, puede y debe captar la atención del mundo, porque además hay un idilio con lo que es el sabor latino".

Rasquin también asegura que el objetivo de Hermano fue hacer una verdadera historia, sencilla y honesta, que mostrara la calidad de un cineasta al describir la realidad de un país de forma impecable. Para lograr todo eso tomó en cuenta la película de Martin Scorsese, Taxi Driver, película que a pesar de su crudeza tiene algo que contar. Los grandes protagonistas de este film son Fernando Moreno, interpreta a Daniel y Eliú Armas personaliza a Julio.

Fernando Moreno y Eliú Armas en una escena de la película | Foto Cortesía

En Hermano Rasquin hace una excelente descripción de los personajes, sobre todo de los dos hermano que a pesar de ser tan distintos en el fondo son muy iguales, donde el factor común que hay entre ellos es el gran amor que le tienen a su madre. Este venezolano juega con el estilo del realismo sucio, con la imagen ligeramente escaldada, la cámara viva y un montaje cuidado que atrapa a cualquiera, que demuestra esa forma de hacer cine que ya se ha podido disfrutar en otras películas provenientes de Latinoamérica.

El gran guion que posee este film resulta del todo potencial porque está muy bien ajustado y sin el dulce que demuestran muchas cintas cinematográficas, además, es muy cruel y optimista al mismo tiempo. El mensaje de tras fondo que posee es muy poderoso que es demostrar en todo momento la importancia que tiene la vida humana. Este mensaje está encarnado en el protagonista Fernando Moreno (Daniel) quien es capaz de hacer sacrificios increíbles para proteger la vida de las personas importantes para él.

El final de Hermano es algo complejo, claro y contundente, pero muy difícil de asimilar. Es un final forzoso e inesperado que destroza los sentimientos de los espectadores y genera desilusión, esperanza, salvación y comprensión de que las cosas en la vida no son tan fáciles de conseguir y que a veces los errores y las cosas negativas que te rodean son las que te ayudaran a seguir adelante para lograr aquello con lo que más sueñas, y eso se demostró en Daniel y Julio, a pesar de que uno de ellos no llegara hasta el final.

Cosechando las semillas

Una vez que Hermano salió al cine y tuvo tanto éxito en taquilla a nivel nacional, Marcel Rasquin fue recogiendo los frutos de lo que cosechó. Esta película fue premiada en el Festival de Cine Internacional de Moscú, Marsella o Villaverde en Madrid. Estos premios para él fueron de gran importancia porque le demostró que esta cinta rompió esquemas y pudo llegar muy lejos.

No solo festivales se llevó este film sino que además fue preseleccionada en el 2010 para competir en el Óscar en la categoría de Mejor Película Extranjera, sin embargo, no obtuvo la clasificación. Hermano llegó a proyectarse en otros países, tales como España, lo que significa que esta película recorrió el mundo y llegó a conectarse con otro tipo de público.