viernes, 7 de diciembre de 2012

Alzheimer: la enfermedad que no olvida

Destellos de la memoria
Alzheimer: la enfermedad que no olvida
Según cifras de la OMS, aproximadamente 37 millones de personas en el mundo padecen de demencia. Muchos de los casos tratados tienen como resultado final, un desorden irreversible del cerebro que se convierte en alzheimer.

ALEXIS PÉREZ

Para la Organización Mundial de la Salud, “el alzheimer es un desorden progresivo, degenerativo e irreversible del cerebro que causa la debilitación, la desorientación y una eventual muerte intelectual”. Lleva su nombre en honor al neurólogo alemán Alois Alzheimer. Se considera la principal causa de demencia de los ancianos. Sin embargo, los factores que contribuyen al aceleramiento de la enfermedad no son del todo conocidos y en la actualidad no se dispone de un tratamiento eficaz.
Con el avance de la enfermedad, las capacidades cognitivas se van deteriorando, la toma de decisiones se dificulta y llevar a cabo las tareas cotidianas se complica mucho más. También pueden surgir modificaciones de la personalidad, así como conductas problemáticas.
En Venezuela, y según el Grupo de Investigación Internacional de Demencia, “la prevalencia estimada de la enfermedad tipo Alzheimer en personas mayores de 65 años está alrededor del 7%. Este dato estadístico parte de que en el país existe casi un millón de personas de la tercera edad que sufren algún tipo de trastornos cognoscitivos”.

Causas de la enfermedad

Las causas del alzheimer pueden estar asociadas a la edad, el sexo, a la raza, a los factores genéticos, herencia familiar y factores medioambientales. De acuerdo con informaciones publicadas por el portal web DMedicina,  la edad media de diagnóstico se sitúa en los 80 y según algunos estudios, las mujeres lo padecen con más frecuencia. Por otra parte, se estima que 40% de los pacientes con esta enfermedad presentan antecedentes familiares.
Sin embargo, existen algunos factores que pueden aumentar el riesgo de la enfermedad, como lo son: presión arterial alta y por tiempo prolongado, traumatismos craneales y pertenecer al sexo femenino. “Ya no se cree que el aluminio, el plomo y el mercurio en el cerebro sean una causa del mal de alzheimer”.

Síntomas y diagnóstico prolongado

Para el Dr. Aquiles Salas, “el diagnóstico de la enfermedad es cada vez más común en la población venezolana con edades superiores a los 65 años. Sin embargo, también puede afectar a personas mucho más jóvenes”. Este padecimiento afecta a casi 25 millones de personas en el mundo y su etapa inicial, según The Family Caregiver Alliance, comienza con síntomas como: 

  • Dificultad para recordar hechos y conversaciones recientes.
  • Dificultad para ir de compras o cocinar.
  • Errores de juicio; dificultad para tomar decisiones apropiadas.
  • Apatía general y alejamiento de las relaciones sociales.
  • Dificultad para recordar el mes o el día de la semana.



Evolución de la enfermedad y sus etapas (Fuente: El Clarín)
 

¿Tratamiento futuro?

Inicialmente se consideraba que las mujeres estaban más expuestas a la enfermedad. Algunos estudios relacionan este hecho con el  que las mujeres viven más que los hombres y, por lo tanto, hay más ancianas en riesgo de padecer la enfermedad. “Los antecedentes familiares también son un factor de riesgo, de forma que los individuos cuyos padres o abuelos han tenido demencia tienen más riesgo de desarrollarla”.
“Hoy por hoy no existe ningún tratamiento que pueda curar la enfermedad de Alzheimer. La enfermedad progresa de forma más o menos rápida, hacia un deterioro severo que precisa de ayuda para todas las actividades básicas”. A juicio del Dr. Salas “en Venezuela se disponen de medicamentos llamados Inhibidores de la Acetilcolinesterasa y de la ButirilColinestera. Si la terapia se aplica  en estadios tempranos de la patología, estos fármacos podrían ayudar a la persona con alzheimer a mantener sus funciones cognitivas y su independencia por más tiempo”.

Zonas de afectación de la enfermedad (Fuente: El Clarín)



Consejos para el cuidador

  • Mantener una rutina diaria con el enfermo de acercamiento a objetos familiares para su desarrollo intelectual. 
  • Asegurarse de la hidratación y alimento del paciente, pues, en ocasiones, no tienen la sensación de hambre o sed.
  • Fomentar el autocuidado
  • Mantener relaciones sociales
  • Rutina de ejercicios intensa y diaria
La modernidad ha cambiado la forma de atender a los enfermos y muchos familiares se asustan por el hecho de sentir la posible pérdida familiar. Afortunadamente, cada vez son más las casas de ayuda social que apoyan a las familias en el cuidado del paciente. Es imprescindible para ello que los familiares y amigos quieran y puedan cuidar al paciente en esta última fase.