viernes, 16 de noviembre de 2012

Los venezolanos ven el chalequeo como algo común



Los venezolanos ven el chalequeo como algo común

La idiosincrasia venezolana se presenta como un factor de aceptación del bullying o acoso escolar, pero ¿en qué momento una broma “sana” entre amigos se convierte en una señal de irrespeto y abuso?
Paola Marchena

Una joven de 16 años de edad ha decidido ponerle fin a su vida tras años de maltrato en la escuela y en internet. Su nombre era Amanda Todd, canadiense, habitante de Vancouver, utilizó YouTube como un canal de desahogo y denuncia de sus problemas a través de un video en el que contaba toda su historia en tarjetas con frases como: “lloraba cada noche, perdí a todos mis amigos y el respeto que la gente me tenía…”, “me sentí como un chiste, pensé: nadie merece esto” o una muy común entre jóvenes que son constantemente acosados: “no tengo a nadie, necesito a alguien”.

Amanda Todd es tan solo otro caso alarmante de suicidio como consecuencia del acoso escolar o bullying, el término en inglés, cuya traducción literal es “intimidación”. Ocurrió en Canadá, ha ocurrido en Estados Unidos, en México, en España, en Chile, pero ¿cuántos casos de bullying se conocen y cuántos son atendidos debidamente en Venezuela?


¿Qué es el bullying o acoso escolar?
Según Paloma Cobo y Romeo Tello, autores del libro Bullying. El asecho cotidiano en las escuelas, el bullying es “una serie de conductas violentas que tienen como finalidad principal maltratar y abusar de otro”. Por lo general, continúan Cobo y Tello,  la agresión se inicia sin una previa provocación de la víctima y se da entre jóvenes de edades similares. Estas conductas agresivas no necesariamente tienen que ser manifestaciones físicas, de hecho las más comunes son las de tipo psicológico, las cuales tienden a tener repercusiones más graves para el acosado. Precisamente como no existe agresión física, no se denuncian y por lo tanto se hacen más consecuentes y más graves.

Pueden durar semanas, meses y hasta años. Un niño puede comenzar a ser agredido en quinto grado y llegar al tercer año de bachillerato y seguir en la misma situación. A raíz de esto surge una ley del silencio que puede generar daños emocionales y psicológicos a largo plazo que llevan al victimario a presentar rechazo hacia el entorno donde se presentan las amenazas e incluso hasta a considerar el suicidio como solución a sus problemas, tal y como le ocurrió a Amanda Todd y muchos otros jóvenes de edades semejantes.

El bullying puede manifestarse de manera física (patear, golpear, empujar o maltratar/robar sus pertenencias), verbal (insultar, amenazar, poner apodos, generar rumores y discriminar), gesticular (miradas, señas, gestos) y cibernético o cyberbullying (acoso en las redes sociales y otras vías electrónicas como el correo y los sms).


Bullying en América Latina
En el estudio realizado por UNICEF en 2011, se determinó que tanto profesores como alumnos desconocían el término por completo, no obstante, “su práctica fue reconocida casi de inmediato y asociada con episodios de abuso en las escuelas que responden a las características de repetición, intención y sistematismo propias del bullying”.


Según el especialista colombiano, Enrique Chaux, la situación del bullying en América Latina podría alcanzar los alarmantes hechos de los Estados Unidos, como matanzas en escuelas y universidades, en caso de no ponerle fin al problema. En un artículo publicado en 2010 en el portal web Universia México, el diputado mexicano Jaime Arturo Vázquez Aguilar constató que América Latina dejó desatendido por muchos años el fenómeno del bullying.


Si bien se conocía el fenómeno, nunca antes se habían tomado las dimensiones que tiene actualmente, esto ha generado varios pronunciamientos al respecto: el Institutode Psiquiatría de México estimó que en diez años el suicidio será la primeracausa de muerte entre los jóvenes.

En Chile se realizó la Encuesta Nacional de Convivencia Escolar 2011 cuyo resultado arrojó que más de 11 mil encuestados afirmaron haber presenciado agresiones con armas en sus instituciones académicas. Estas cifras y proyecciones podrían llevarnos a concluir que la violencia escolar ha aumentado significativamente en América Latina y que es necesario prestar más atención a este fenómeno, para evitar un futuro más violento y desesperanzador.

Venezuela es un caso más complejo. Estamos hablando del quinto país más violento delmundo el primero del continente latinoamericanoEn este país la violencia ha alcanzado niveles desmedidos, un cruce de palabras, una discusión, se convierte en una agresión física en cuestión de segundos. No olvidemos la polarización política que se ha arraigado fuertemente en la sociedad venezolana.
Este es el momento donde nos preguntamos: ¿y cómo se puede tratar el caso de la violencia escolar en Venezuela?


Nos vemos a la salida
Esta es una frase que hemos nos traslada inmediatamente a la época del colegio. Si la escuchábamos sabíamos que justo al escuchar el timbre de salida una masa se trasladaba a un espacio cercano al plantel, ya sea una plaza, un parque o las canchas. Lo que iban a presenciar era una pelea entre jóvenes para dar fin a un “asunto inconcluso”. Pero no pasaba de los golpes, terminaba cuando algún compañero o profesor la disolvía y cada quien se marchaba a su casa con una anécdota para la cena.

Sin embargo, así era antes. Ahora son mucho más violentas, lo que comienza por agresión verbal termina con agresión física. Y no hablamos solamente de golpes. También se han registrado acciones violentas realizadas con armas blancas o de fuego.

En el estudio realizado por el Centro Gumilla en 2010 acerca de laviolencia en las escuelas, se determinó que de lo alumnos que llevaban armas al plantel, 70% porta cuchillos y el 40% carga armas de fuego. Sin duda, la falta de seguridad interna facilita el ingreso de las armas a la institución.


Bullying criollo
¿Cómo se presenta el acoso escolar en Venezuela? El tema ha cobrado importancia hace unos pocos años atrás, sin embargo, es menester contextualizar la situación en la cultura del venezolano para aproximarnos a entender cómo se desarrolla este fenómeno en las escuelas venezolanas.


Como es sabido, el venezolano tiene fama de dicharachero y de “echador de broma”. En numerosas ocasiones llamamos a las personas por un sobrenombre que hace alusión a algún aspecto de su personalidad, basta con ejercitar un poco la memoria para encontrar que, efectivamente, tenemos amigos a los que llamamos “el negro/la negra”, “el gordo/la gorda”, “el flaco/la flaca”, “el catire/la catira”, entre otros. Todo queda en el chalequeo, en broma. Pero ¿sabemos cuándo las cosas van más allá de una simple broma?

Comencemos por definir chalequeo, la forma de bullying criollo. En el 2008, la organización social CECODAP realizó un estudio de los efectos del acoso escolaren los niños, niñas y adolescentes de Caracas en el que definen el chalequeo como una jerga juvenil que significa “vacilar, gastar bromas o burlarse en forma insistente”

Es verdad que muchos venezolanos se han vuelto “inmunes”, por así decirlo, al chalequeo porque es nuestra idiosincrasia, es nuestra forma de ser; sin embargo, no siempre las bromas son sanas ni amigables. Es allí cuando entra en juego la discriminación, un factor iniciador del acoso escolar, como se ha explicado anteriormente.


Una ley silenciosa
En numerosas ocasiones el acoso genera una ley del silencio que impide que la víctima denuncie el problema y solo se aísle del grupo. CECODAP señala que “las bromas que tienen como objeto generar la exclusión y el aislamiento de otras personas, se constituyen como actos de discriminación”. Para la organización Save the Chlidren, “la discriminación y la exclusión en las formas de interacción mediadas por la palabra afectan de manera sustancial la capacidad para la participación individual, grupal y social”. Es por esto que muchos niños manifiestan cierto rechazo por la escuela, comienzan a bajar las calificaciones y se sienten solos.


“El chalequeo es algo común”
Para la sociedad venezolana el chalequeo es una situación normal y es promovida no solo por los padres y representantes, sino también por algunos medios de comunicación. Tal es el caso de la campaña publicitaria realizada en 2010 por Malta Regional, Clásicos del chalequeo, que consistía en una serie de videos que mostraban bromas pesadas que enviaban los consumidores. Más allá de provocar risas entre los espectadores, la campaña promovía una forma de agresión, es por esto que CECODAP emitió un comunicado para solicitar la suspensión de la campaña.

Chalequeo digital
En la era de las comunicaciones 2.0, el chalequeo también se ha hecho presente en las redes sociales, se conoce como cyberbullying y es una de las formas más delicadas de chalequeo puesto que es anónimo. Según afirman Cobo y Tello, en internet “es posible usar un sobrenombre y nadie se enterará de la verdadera identidad del agresor (…) y, en consecuencia, [es] mucho más amenazador para la víctima, ya que no hay límites por parte del agresor”.

Hola, Amanda Todd. La vida de esa joven se destruyó debido a la red de insultos que alguien creó en las redes sociales. Fotos de ella desnuda circulan por la web sin ningún tipo de regulación. Ella misma dice en el video una frase que resume cómo se manejan los contenidos en internet: “Nunca pude recuperar esa foto. Está ahí fuera para siempre…”. Nada podría ser más claro.

En Venezuela, las redes sociales son utilizadas como un gran salón de clases que sirve para burlarse de personalidades que cometen errores en las redes o hasta en programas como ¿Quién quiere ser millonario? En Twitter, por ejemplo, todos los domingos a las 9pm se utiliza el hashtag #QQSM, en el que la gente comenta los deslices de los concursantes y se burlan de ellos, sea cual sea la condición que presenten.

Iniciativas venezolanas


Punto final
Para contribuir con la lucha del bullying  chalequeo es necesario mantenerse informados sobre el tema, además los padres y las escuelas deben prestar más atención a las conductas de los niños y adolescentes, brindar más ayuda cuando estos acudan a ellos para comentar su situación. 

En Venezuela, el chalequeo no puede pasar desapercibido, porque esto alimenta más la intolerancia y el irrespeto entre pares, esto trae consecuencias a largo plazo en nuestro futuro. Como vimos en resultados de estudios mencionados, la violencia en las escuelas venezolanas debe estudiarse cuidadosamente, puesto que entran factores externos que influyen en la conducta de los jóvenes. 

Amanda Todd puso fin a su vida luego de ser constantemente acosada física y verbalmente. Necesitaba a alguien y nunca lo encontró. Esto no debe repetirse jamás, ayudemos a las víctimas antes de que sea demasiado tarde.





4 comentarios:

  1. Excelente Post, solo hay que corregir algunos detallitos que deben ser de sumo cuidado como la separación de algunas palabras y algunas que otras fallas de redacción, pero por lo demás está súper excelente la información. Muchas gracias

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