viernes, 16 de mayo de 2014

Entrevista informativa

Caracas celebró la semana del libro con diversas actividades
Sashenka García homenajea a Roald Dahl por los 50 años de Charlie y la fábrica de chocolates
El pasado Domingo, la escritora fue parte de una charla en la librería Lugar Común para celebrar los 50 años del libro infantil Charlie y la fábrica de chocolates
Cada 23 de abril desde 1996, se celebra el día internacional del libro, en el marco de la celebración, la ciudad de Caracas se llenó de una serie de eventos en distintas instituciones y lugares públicos para conmemorar durante toda la semana esta festividad. La librería Lugar Común, organizó un evento infantil, para cerrar la semana, durante la mañana del día domingo 27 de abril donde se leyeron fragmentos del libro Charlie y la fábrica de chocolates a un grupo de niños que asistieron a la librería, y culminó en horas de la tarde con una charla a cargo de los escritores egresados de La Universidad Católica Andrés Bello, Sashenka García y Freddy Goncalves.
García es licenciada en letras, especialista en comunicaciones integradas de La Universidad Metropolitana y trabaja con libros para niños. Fue la invitada de honor por parte de la librería para hablar de la vida de Roald Dahl, autor de una serie de libros infantiles que reflejaban parte de su vida, y para hacer énfasis en su libro titulado Charlie y la fábrica de chocolates que cumplió 50 años desde su primera edición.
La vida de Roald Dahl y los inicios de su trabajo
-Su vida se basó en momentos muy intensos, al morir su padre, tuvo una falta de la figura paterna y esto se ve reflejado en sus libros, hay una obra de él que se llama boy, donde él cuenta su vida con humor. Y su vida afecta los libros que él publicó. Después de conocer la vida de Roaldh Dahl, que es de por sí lo suficientemente diversa. Es importante mencionarlo porque su vida aparece en su obra en diferentes niveles y en diferentes instancias. Sin embargo, uno de los aspectos más importantes, es que la mayoría de sus libros tienen el mismo ilustrador, muy pocos no lo tienen. Y es una dupla muy importante en la obra de Roald Dahl que es el trabajo que el empieza a desarrollar con un ilustrador que está vivo, que es inglés y se llama Quentin Blake. En mi historia personal, yo conocí a Roald Dahl a través de las ilustraciones de Quentin Blake porque mi mamá me compraba los cuentos ilustrados por él y pues yo siempre estaba buscando los libros que tuviesen las ilustraciones de Quentin Blake.
Ellos decidieron trabajar juntos y continuarlo así para siempre. La edición original no estaba ilustrada por Quentin Blake, eran ilustraciones completamente distintas al trazo de Blake, similares a las de Alicia en el país de las Maravillas, en plumilla. Y son muy correctas, guardan candidez. Este libro, a pesar de llamarse Charlie y la fábrica de chocolates, parece Willy Wonka es el pop star y no Charlie, pero bueno este trajecito, esta imagen, de una u otra manera fue una caracterización que quedó para siempre. Como lectores nos pasa lo que Dahl relata en una entrevista, que Blake como ilustrador es inalcanzable, logra plasmar en una página el personaje tal cual como uno se lo imagina. Y como lectores lo imaginamos tal cual lo dibuja Blake.
Estamos como empezando a conocer de dónde viene la fábrica de chocolates, y como Boy es una de las biografías más ricas que uno se pueda leer en su vida, porque esa es su biografía de infancia, es muy divertida. Y después viene volando solo que fue su época en la guerra y el último es mi año que son sus últimos años de vida.
Dentro del marco de la semana del libro, ¿qué relevancia tiene haber escogido el libro la fábrica de chocolates por sus 50 años de aniversario?
-Para nosotros y para la librería que nos invita es importante precisamente por eso, porque es un libro que tiene 50 años ya siendo vigente, que todavía los niños lo lean, que siga generando polémica, que siga motivando la imaginación, pues es un libro que merece sin duda un homenaje y eso fue lo que en este marco quiso hacer la librería lugar común al invitarnos a nosotros.
¿Por qué una charla sobre el libro Charlie y la fábrica de chocolates?
-Bueno la charla sobre Charlie y la fábrica de chocolates es básicamente por el homenaje, porque este año se están haciendo alrededor del mundo cualquier cantidad de eventos para conmemorar sus 50 años y bueno no nos íbamos a quedar atrás aquí en Caracas aunque fuera discretamente. Es como clave, porque cuando yo decidí que me iba a dedicar a la literatura infantil y juvenil que no es algo que se ve ni siquiera en la escuela de letras de la Católica ni en la de ninguna parte, por lo menos en Venezuela, ya era un reto importante; pero leer a Dahl fue lo que me abrió los ojos a mí a decir a esto es lo que yo quiero dedicar mi vida. Entonces evidentemente tiene una trascendencia personal muy importante porque al final, gracias a sus libros, yo hago un trabajo que me hace feliz y que tiene que ver obviamente con los libros.
¿Cuál es la significación que tiene el autor de fábrica de Chocolates para Sashenka?
-Para mí es, como lo dije hace rato, Roald Dahl es el amor de mi vida, es un autor al que he dedicado muchísimos años de investigación y al que le dedique mi tesis de licenciatura cuando en la UCAB no era nada común que se trabajara literatura infantil. Creo que es un autor honesto, que es un autor agudo, que sus textos son brillantes y que tiene además esa gran capacidad de ser cómplice con el niño, con el que está sometido, con el débil,  con el que necesita revelarse, por así decirlo, ante la autoridad.

El Homenaje
¿Cómo describes el ambiente durante la charla en el momento de tu intervención?
-Yo siempre me pongo nerviosa, yo hablo mucho pero me pongo nerviosa, yo espero que no se hayan aburrido, yo creo que la gente estaba atenta y bueno esta librería es como una casa para mí y es un espacio tan agradable que espero que todo el mundo se haya sentido grato de estar. Y que les hayan quedado  ganas de leer los libros de Roald Dahl.
¿Cuál es tu mensaje final?

-Promover la lectura como placer, siempre promover la lectura como placer; porque nosotros leemos literatura por gusto, a eso debemos invitar a los niños, ofrecerles libros de calidad para que ellos también aprendan a leer por gusto.


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