Alí Agüero, arreglista, compositor y cuatrista.
“Sólo en La Estancia encontrarás…”
Merxy Olivo.
Solía tener un rincón que huele a discos viejos, con un piano casi añejo también, una pequeña TV que a diario está en el canal meridiano de deportes e insisto en la gran pila de discos de acetato, CDS, libros y hojas de música. Confieso que ese rincón, en secreto, invita a que uno quiera adueñarse de él, a ver si en algún momento sus paredes cantan todas las canciones en el haber de un compositor . Ahora desde su casa el maestro arregla, compone, recibe llamadas de sus colegas músicos y espera pacientemente una nueva aventura musical.
El niño Alí Agüero
-¿Qué recuerda de aquella niñez con su familia?
-Nací el 21 de enero de 1943 en Maripérez, Caracas. Recuerdo que el trato con mi familia fue muy bueno, soy el penúltimo de siete hermanos; fui un niño corriente con las tremenduras habituales, las cuales no hacía mucho porque mi mamá era muy fuerte de carácter, no me dejaba reunirme con los muchachos del barrio, porque eran “los malandros”; tenía que escoger a los amigos, para jugar aquellos juegos que ya casi desaparecieron: metra, trompo y perinola.
-¿En qué momento descubre que tiene talento para la música?
-Cuando niño tocaba unas maracas inmensas que estaban en mi casa, ahí siempre escuchaban música bailable, ni siquiera música nuestra sino música del Caribe, entonces yo agarraba las maracas y las movía.
Se puede decir que mi comienzo en la música fue cuando muchacho al tomar clases de cuatro en una materia extra cátedra, sin pensar si quiera que esa iba a ser mi profesión; al poco tiempo fui el líder de los cuatristas, yo tocaba la melodía y el resto la acompañaba.
En el Amor ¿demasiado tímido?
-¿Cómo fue su adolescencia?
- Era demasiado tímido, el cuatro me ayudó un poquito a bajar la timidez, que todavía tengo. En el liceo cuando yo iba por un pasillo y venían las muchachas, yo me pasaba para otro pasillo, la verdad soy tan tímido que por eso no cantaba. Recuerdo que me gustaba la vecina mía, yo llegaba del liceo a tocar cuatro ahí en la división de la casa, sin dar a entender que era para ella, yo tocaba, no le decía nada y ella tampoco, ¡éramos de 12 años imagínate tú!
Mi primera novia formal la tuve en el liceo, con quién me casé luego y tuve 2 hijos.
-Empezó a estudiar Psicología en la Universidad Central de Venezuela ¿qué pasó?
-Empezando Psicología se creó un grupo de aguinaldos dirigido por un amigo que me había dado clase de arpa en una academia; con este amigo hicimos un grupo de aguinaldo con puros estudiantes de Psicología; una compañera del grupo me invitó a formar parte del orfeón universitario y yo le dije- “pero yo no sé cantar, lo que hago es tocar”- luego decidí ingresar al orfeón y fue mi primer encuentro con la voz.
El mismo amigo que dirigía el grupo de aguinaldos conocía a los muchachos del cuarteto “Los Cuatro”, un cuarteto que yo veía por televisión en los programas musicales de Radio Caracas Televisión; entonces me dijo que uno de ellos se había graduado de ingeniero, se fue a trabajar al interior y estaban buscando uno que sustituyera esa voz, dije lo de siempre: -“mira yo canto es en el orfeón, yo no canto”- me llevó a donde estos amigos, me hicieron la prueba y quedé en el cuarteto, eso fue en 1962 y de ahí vino el contacto con el pianista, compositor y creador de la Onda Nueva, Aldemaro Romero, porque ellos ya trabajaban con él.
La música, pero en serio.
-¿Cuál fue la primera experiencia musical significativa?
-Haber grabado con el cuarteto “Los Cuatro” que de hecho fue un comercial, una cuña de una leche que se llamaba “Twin top” en 1964. Luego hicimos conciertos en el hotel Humboldt y en televisión cuando comenzó el canal 8, Aldemaro tuvo un programa los domingos que se llamaba “Venezuela Canta y Baila” y buscó al Cuarteto para doblar unos temas que había grabado en el exterior. De ahí, di mi primer paso en serio, en la música popular.
-En el año 1969, forma parte como cantante y cuatrista del grupo ONDA NUEVA, agrupación de gran proyección internacional en cuanto a música venezolana se refiere, ¿qué fue para usted esa participación?
-El programa de Aldemaro en el canal 8 había terminado y me causó mucha sorpresa que me llamara para buscar dos voces, una femenina y una masculina, para así formar parte de una idea que él iba a producir, “La Onda Nueva”. Comenzamos a ensayar en 1968 e hicimos la primera grabación al año siguiente. Hoy siento gran emoción haber intervenido; en ese momento no sabíamos que eso iba hacer historia en la música venezolana, sólo cantábamos lo que Aldemaro nos decía, incluso en los tres festivales que se hicieron de Onda Nueva, vino una cantidad de artistas famosísimos; al finalizar los conciertos, se iban celebrar y yo me iba para mi casa, ahora me arrepiento de no haber estado más cerca de toda esa gente, fue una oportunidad única.
Sólo una vez, me fui a ensayar a la casa de Aldemaro, no había llegado nadie, me abrió la puerta y me dijo:-“mira no hay ensayo”- “¡entonces me voy!” – luego me dijo:”-“no chico, si quieres quédate que hice unos espaguetis y ahí está Tito Puente, come con nosotros”- entonces imagínate, no comí, me quedé hablando y oyendo todo lo que decían.
-Su mayor aporte musical ha sido a través de comerciales publicitarios. Es muy difícil no recordar la canción del Restaurant “La Estancia” ubicado en Caracas, ¿Cómo fue trabajar en esa rama?
-Comencé en la publicidad tocando y cantando las canciones de otros productores; infinidad de productos, todos los cigarrillos, Belmont, Astor, producciones de 7 cuñas de 30 segundos al mismo tiempo, en cine, radio y televisión.
Lo que pasó con “La Estancia” fue que yo produje e hice la música, la letra es de Graterolacho y tuvo gran aceptación, hasta hace poco me llamaron para renovar la canción que aún sigue en la televisión.
Hay otro comercial a ver si te acuerdas: “Freees, Frees, Fressscolita me gusta fres fres…” la grabamos con mis tres hijos, cada uno cantó cuando tenía 8 años, duró su tiempito en el aire, eran dibujos animados llamados “los frescolocos”.
-Ha sido arreglista y compositor para varios artistas venezolanos, uno de ellos fue Alí Primera, además un buen amigo para usted, ¿qué recuerda de ese tiempo?
- La primera pieza que me dio a conocer como compositor fue “El diario de un niño” que hice para mi hijo Kodiak, él tenía como tres años y me dijo- “¡yo quiero cantar vale!
Después le hice unos arreglos a María Teresa Chacín, y Gloria Martí, quién era muy amiga de Alí Primera, él le pidió a Gloria una recomendación y ahí comenzó mi unión con Alí.
Participé con él en siete discos; nos hacían chistes porque éramos los tocayos, una vez íbamos en el carro, estábamos en una cola hacia Prados del Este, yo iba manejando y él iba a mi lado, entonces me dice (riendo)- en el carro que viene aquí al lado hay una muchacha que dice: “mira ahí va Ali Agüero” y la otra le dice: “no es Alí Agüero, es Alí Primera”, al parecer una me veía a mí y la otra lo veía a él y cada una tenía razón, estábamos gozando un puyero.
Un día lo invité al Boxeo porque le gustaba mucho pero lo eché a perder; íbamos con un grupo de amigos músicos para sentarnos en primera fila y el siempre que iba se sentaba en las últimas gradas con su gente, cuando se sentó con nosotros, la gente empezó a decirle “Alí te están cambiando, nos abandonaste, ahora estás con los ricos” yo le dije -¡cónchale disculpa vale!- luego me respondió “no le pares panita” -(porque él le decía panita a todo el mundo y a mí tocayo)
Otra faceta que no conocemos
El maestro Alí Agüero le encanta ver televisión, siempre que se le visita está la tv encendida; amante del deporte en general, confiesa que queda cansadísimo pero de verlo en donde sea.
A la mayoría le sorprende creer que él sea la voz de la canción del comercial “La Estancia Restaurante”, la cual le pedí (como un fans abnegado) me cantara y asegurar que efectivamente esa era la voz.
-Como compositor participó en varios Festivales Nacionales de música venezolana, e internacionales como la OTI y Viña del Mar, festivales importantes en Latinoamérica. ¿Cómo fue esa experiencia?
-En Venezuela fue el Festival del Niño en 1970, que se hacía aquí en Caracas; participamos con Onda Nueva y la canción “El Catire” que llegó de último; de todas las canciones que participaron en ese festival, la única que se conoce y que se ha grabado en el exterior es “El Catire”.
En Viña del Mar participé dos veces como compositor en el año 70 y en el 72; recuerdo que estaba en el ensayo y el representante de Brasil me dice- ¿cómo ve su obra? –“No la veo en ningún lugar, ya he oído 5 canciones y son buenísimas”- Luego el de Brasil me regaló una partitura de su obra, que llegó en segundo lugar, al tiempo se la escuché a Frank Sinatra.
La OTI fue en 1995 con una canción de Simón Díaz.
-¿Qué haces actualmente?
-Me mantengo en una agrupación que se llama “Los Cuñao´s” de los cuales sus integrantes fueron y son cantantes de cuñas, somos 8 entre hombres y mujeres, cantamos arreglos de Onda Nueva.
Tengo un programa de radio que se llama “La Matica” dedicado a entrevistas de artistas nuestros, de lunes a jueves por la emisora Cultural de Caracas 97.7 FM.
Preguntas Cortas
-A que le teme
A la forma de morir, ¡no sabemos el cómo!
-Una canción
Hay muchas, voy a decir tres ¿puedo?
Una que se llama “Las manos” de Ricardo Aguirre, Caracas de Cesar Prato y Poco a Poco de Aldemaro Romero.
-Una frase que lo represente
Responsabilidad.
-¿Qué música han influido en usted?
La Bossa Nova; en los años 60 mientras la gente escuchaba los Beatles yo estaba oyendo Bossa.
-¿A quién admira?
Aldemaro por supuesto, su música fue la corriente que yo seguí en mi trabajo cotidiano.
-¿Con quién le gustaría trabajar de tener la oportunidad?
Con Iván Linz el compositor de “Magdalena”, una canción que interpreta Elis Regina.
Debo confesar que lo asombroso de Alí Agüero es su tranquilidad para conversar; previo a la entrevista el día entero se había convertido en el “martes 13” de las películas, lluvia sin parar, tropiezos para la comunicación, cantidad de obstáculos que sólo él con su voz y su celestial paciencia hizo olvidar; resolvimos rápidamente, se acercó al micrófono y esperó mis preguntas como esos niños que tienen excelentes notas y no hacen ningún ruido.
Decreto que conversar con Alí es escuchar la suavidad de alguna melodía constante que persuade a cualquiera, recordando las suyas por supuesto.
Hay una pregunta abierta en un blog(link al final), sobre si la musica de "no soy de aqui ni soy de alla", fue copiada hace muchos anos para el comercial del restaurante La Estancia (Caracas). http://lamusicaquesacudealosmonos.blogspot.com/2011/07/no-soy-de-aquifacundocabral.html?
ResponderEliminarEn una repuesta de Ali Aguero, con fecha 4 de marzo de 2008, el mismo aclara que si se inspiro en la cancion de Facundo Cabral, para la musica del comercial de La Estancia. Ver: http://www.salvavinilos.org/2008/02/01/el-grupo-raices-de-venezuela-palacio-1980/#comment-6121
ResponderEliminarAquí pueden pasearse por la trayectoria del maestro Alí Agüero... https://www.pinterest.com/anabelmonsalve/maestro-al%C3%AD-ag%C3%BCero/
ResponderEliminarBeen restaurante Para comer
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