El nivel del agua aumentó más de un metro en un año
El
lago de Valencia, una bomba de tiempo
De
acuerdo con estudios efectuados por la Comisión de Control del Nivel del Lago
de Valencia y Saneamiento del Colegio de Ingenieros de Carabobo, se puede
afirmar que el próximo año la carretera Güigüe-Valencia quedará sumergida bajo
las aguas. Este año dos tramos de esta vía cedieron frente al oleaje.
Astrid
Estrada, Rosiry Flores, Rosángel Quiroz y Manuel Vargas
El
lago de Valencia o conocido también como lago de Tacarigua es una cuenca
endorreica, es decir, no tiene salida al mar y se encuentra ubicado entre los
estados Carabobo y Aragua, a los cuales
surte de agua. Tiene una extensión de 344 kilómetros cuadrados. Fue descubierto
el 24 de diciembre de 1547, y fue utilizado por los conquistadores por sus
fructíferas tierras, y además, fue empleado para el incremento de la producción
agrícola. Para aquel entonces, sus aguas fueron descritas como aguas limpias
donde la actividad pesquera se daba constantemente.
Sin embargo, con el pasar de
los años, y el crecimiento constante de las entidades el lago de Valencia dejó
de ser lo que era antes, ya que poco a poco ha ido “creciendo
su contaminación por las grandes descargas de nitrógeno, fósforo y descargas
industriales”, aseguró la bióloga Yilda Paredes, trabajadora de Hidrológica del
Centro (Hidrocentro), y miembro de la Fundación Ambiental Alejandro Humboldt. Igualmente,
indicó que ahora también tiene la problemática del aumento de
aguas servidas porque todas se dirigen al lago de Valencia.
De solución a adorno
Para entender la problemática que viven los habitantes
de Valencia hay que conocer cómo se realiza la “curación” del agua que se
distribuye a los hogares valencianos. Existen plantas potabilizadoras y la de
tratamiento. Las potabilizadoras curan el agua provenientes de ríos y las de
tratamiento trabajan las aguas negras. Según datos de la página web: http://www.aguasdevalencia.es/portal/web/Inicio/NovedadesAGUAS/novedad0002.html el proceso de potabilización del agua
requiere unos pasos necesarios.
Para comenzar, se realiza el proceso de la coagulación
en el cual de desestabilizan la carga de la partículas presentes en el agua. En
segundo lugar, la floculación permite aplicar sustancias químicas que permitan
la aglutinación de sustancias disueltas
para el proceso de filtración. En la etapa de sedimentación las partículas
sólidas se separan y se dirigen hacia el fondo gracias a la acción de la
gravedad. Como el agua sedimentada puede conservar residuos sólidos, estos son
absorbidos en el lecho de arena del filtro, en el proceso de filtración. Para
finalizar, se procede a desinfectar el agua con la aplicación de cloro. Luego
de estos procesos se realizan las pruebas pertinentes para evaluar si el agua
cumple con las medidas sanitarias para ser consumida por los humanos.
La
planta potabilizadora que se encarga de realizar estos procesos con el agua
proveniente del lago de Valencia es la planta Alejo Zuloaga,
construida en el año 1960. El agua que llega a esta instalación proviene del
embalse Pao Cachinche. Cabe destacar, que a pesar de que el lago esté
contaminado con aguas servidas, y otros componentes químicos provenientes de
las industrias, esta no es tratada, es decir, no existe alguna planta de
tratamiento para “curar” el agua que consumen los valencianos.
El
agua tiene sus normas
El Ministerio del Ambiente presenta las Normas de
Control de Calidad del Agua, creadas en 1996 y en esta se especifica que existe
una clasificación para las aguas en Venezuela. Según su uso son las siguientes:
·
Sub-Tipo
1A: aguas que pueden ser acondicionadas con la adición de desinfectantes.
·
Sub-Tipo
1B: aguas que pueden ser condicionadas por medio de tratamientos convencionales
de coagulación floculación, sedimentación, filtración y coloración.
·
Sub-Tipo
1C: aguas que deben ser sometidas al almacenamiento antes de ser potabilizadas
por procesos convencionales, o potabilizados directamente por procesos no
convencionales.
La planta Alejo Zuluaga fue construida para tratar
aguas de tipo 1B. Sin embargo, “con la influencia de diversas actividades
industriales se incrementan las concentraciones de microrganismos en el agua
llamados cianobacterias, las cuales son algas verdeazules o algas verdeazuladas
que al estar en contacto con el cloro liberan cianotoxinas que afectan la salud
de los ciudadanos”, asegura la bióloga, Yilda Paredes.
Por otra parte, en reiteradas ocasiones se ha
denunciado que el agua que llega a los hogares de más de tres millones de
personas en el centro del país presente altos niveles de cloro y aluminio,
siendo esto perjudicial para la salud, pues son superiores a los estándares de
salud permitidos. El diputado de la Asamblea Nacional por el estado Carabobo
Miguel Cocchiola, presentó en el año 2012 un informe detallado sobre los altos
niveles de contaminación que presenta el embalse Pao Cachinche y la planta
Alejo Zuluaga.
La
preocupación de los habitantes
No solo el agua contaminada que llega a los hogares de
los valencianos causa preocupación. Muchos habitantes se ven afectados por las
inundaciones debido al alto alcance que tiene el lago. Se estima que la cota
del lago está en 413,4 metros sobre el nivel del mar, pero la recomendación de
la Comisión de Control del Nivel del Lago de Valencia y Saneamiento del Colegio
de Ingenieros de Carabobo es que se baje hasta 408 metros sobre el nivel del
mar.
Una de las víctimas y habitante de la comunidad Las
Tamitas que se encuentra a orillas de la Carretera Nacional Güigüe-Belén,
Yilsis Estrada, comentó con preocupación la situación por la cual está pasando:
"Si el agua se consume mi casa, pasaré a ser otra damnificada porque no
tengo a dónde ir". Estrada cuenta que cuando ve hacia el lago desde el
patio de su casa piensa que ya falta poco para que el agua llegue a su casa y
ruega que cuando eso ocurra la junta comunal se apiade y le consiga una casa a
ella y a su familia, quienes también se encuentran en zona de alto riesgo.
“Ojalá que el agua no nos llegue hasta arriba porque se pierde todo el terreno
fértil", afirmó.
Por
otro parte, el exministro del Poder Popular para el Ambiente, Alejandro
Hitcher, declaró que el lago de Valencia está saneado y que se le garantiza a
la población agua potable. Aseguró que desde el 2005 el agua del lago está
tratada y depurada en un 80%, aproximadamente. Contrariamente, Nizar Richani,
miembro de la comisión técnica, aseguró que el problema del lago de Valencia es
uno de los más alarmantes en Venezuela, debido a que los ojos del mundo se han
volcado a los estados Aragua y Carabobo. Asimismo, las denuncias de los
habitantes y de los expertos ambientales indican que el vital líquido llega a
los hogares contaminado, provocando enfermedades en las personas.
Cortesía:
Tal Cual Digital
Es necesaria la intervención por parte de las
autoridades para resolver lo más pronto posible este problema que aqueja a
millones de personas. Se presume que de no tomar cartas en el asunto, la mayor
parte del territorio aledaño al estado Carabobo podría verse afectado por la
contaminación del agua y las
inundaciones. Las industrias aumentarán su capacidad de producción, la
población seguirá creciendo y si no se toman medidas que permitan la
concientización con respecto al problema del lago de Valencia la contaminación
hará estragos en gran parte del país.
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